20 noviembre 2006

Obstinación



Hermann Hesse
Obstinación (fragmento)

" Una virtud hay que quiero mucho, una sola. Se llama obstinación. Todas las demás, sobre las que leemos en los libros y oímos hablar a los maestros, no me interesan. En el fondo se podría englobar todo ese sinfín de virtudes que ha inventado el hombre en un solo nombre. Virtud es: obediencia. La cuestión es a quién se obedece. La obstinación también es obediencia. Todas las demás virtudes, tan apreciadas y ensalzadas, son obediencia a las leyes dictadas por los hombres. Tan sólo la obstinación no pregunta por esas leyes. El que es obstinado obedece a otra ley, a una sola, absolutamente sagrada, a la ley que lleva en sí mismo, al "propio sentido". "

(...)"Todas las cosas del mundo tienen un "sentido propio". Cada piedra, cada brizna de hierba, cada flor, cada arbusto y cada animal crece, vive, actúa y siente según su "propio sentido", y en eso estriba el que el mundo sea bueno, variado y hermoso. Que haya flores y frutos, encinas y abedules, caballos y gallinas, estaño y hierro, oro y carbón, se debe única y exclusivamente a que todas las cosas del universo, hasta la más pequeña, tienen su "sentido propio", llevan dentro su propia ley y la siguen absolutamente seguras e imperturbables".

11 comentarios:

Alma de noche dijo...

Precioso texto Ahhh, hace tiempo que leí a este gran autor, y tú has hecho que lo recuerde.

La obstinación, algo que nos hace auténticos y que seamos fieles a nuestros principios.

Un beso.

Isthar dijo...

El problema que le veo yo al manifiesto del gran Hesse, es que ese "sentido propio" no siempre es el mejor, ni el más certero, ni el más correcto, ni el más justo, ni siquiera para nosotros mismos. Defenderlo por simple obstinación, me parece un error.

Para mi, todo es susceptible de ser puesto en duda, incluído nuestro "sentido propio" ;)

gemmacan dijo...

De no ser por esa obstinación, Hesse jamás podría haber llegado a superar todas sus tragedias. Para un artista es imprescidible ser altamente obstinado y encontrar el sentido propio en cada punto. Nadie consigue sus propósitos sin la terquedad por principio, aunque Isthar tiene toda la razón en que no siempre es lo más recomendable ni para nosotros mismos, sin ella, sin la obstinación, no se podrían llegar a escribir textos tan brillantes.

Un saludo a todos!

ahhh dijo...

Yo siempre he admirado (o envidiado) a las personas que tienen claro que hacer con su vida, porque esa certeza, les lleva a luchar con todas sus fuerzas para lograr aquello que sienten que deben hacer. Se le puede llamar de muchas maneras, vocación, voz interior, leyenda personal (como decía Coelho en "el Alquimista"). Siempre me he preguntado si yo acaso no escucho esa voz con suficiente fuerza. Qué lleva a un escritor a escribir, a un pintor a pintar, a un científico a dedicar su vida a investigar.
Una de las virtudes que yo más aprecio es la honestidad, y para ser honesto con un mismo (lo cual es fundamental), creo que hay que hacer caso a esa "obstinación".

Sólo que a veces no la escuchamos con suficiente claridad.

Si es de verdad nuestro "sentido propio", es porque es precisamente el mejor para nosotros, nunca nos llevaría a hacer algo contrario a uno mismo. Y creo que obstinación, como lo utiliza Hesse no sería sinónimo de terquedad, tendría un matiz diferente, no negativo.

(Esto que digo no son afirmaciones, no os creais, son simples reflexiones. Si algo define mi carácter es la duda; quizá por eso intento buscar algunas certezas a las que asirme, algún "sentido").

Muchísismas gracias por vuestros comentarios, y por vuestros maravillosos blogs

Alalluna dijo...

Quien la sigue la consigue, eso dicen, y eso es lo que debe guiarnos siempre en la vida. Ser fieles a nosotros mismos es lo importante, saber lo que queremos, ir a por ello, pero eso sí... sabiendo distinguir inteligentemente cuando hay que cesar en el intento!!!. A veces, la obstinación puede llegar a perjudicarnos más de lo que creemos. Besos

Anónimo dijo...

Yo también pienso que el autor no está utilizando obstinación como terquedad o testarudez, sino como tenacidad y perseverancia.

Lo que creo que lleva a un creador de cualquier disciplina, a dedicar su vida a eso, es la necesidad de comunicar, aportando "su" visión de las cosas. Es una vocación.

Ahhh, no me extraña que dudes. La "oferta" es tan amplia en prácticamente todo, que tomar decisiones nunca es sencillo.
Pero tengo la sensación... que sí tienes claro lo que no quieres.

Un beso, Ahhh

ahhh dijo...

Creo que de eso se trata, Alalluna, de no engañarse a uno mismo, de hacer lo que tiene que hacer.

Has dado en el clavo Valeria. Yo no sé muy bien lo que quiero, pero cada vez tengo más claro lo que no quiero, cada vez veo con más claridad lo que no soy.
Pero es un proceso largo y difícil, la verdad.


un beso (para cada una)

Dulcinea dijo...

Pues yo que también soy de dudas...de muchas dudas...agradezco este texto que como a ALMA DE NOCHE, me ha despertado nostalgia de este gran escritor que es HESS.

POr cierto..ante tanta duda...aún no te he agradecido que dejases la ventana abierta, para cuando soy brisa...;).

Gracias por tu ventana.

Un beso.

Anónimo dijo...

Leía esto ahora, y me acordé de tí.

"Hablan mucho de la belleza de la certidumbre, como si ignorasen la belleza sutil de la duda.
Creer es muy monótono; la duda es apasionante".
Oscar Wilde

ahhh dijo...

Dulcinea:
La ventana siempre está abiera...
Seguro que ha sido el viento de poniente el que te lo ha recordado, je,je.
¿Te acabaste comprando la veleta, para saber en que dirección soplar?

;-)

Churra dijo...

El "sentido propio", carezco completamente de él .
No, no creo que Hesse se refiera a terquedaz. Admiro a esas personas que son obstinadas al perseguir su sueño, en mantener el sentido propio de cada paso que dan .

Besos