03 abril 2010

No decía palabras...

No decía palabras...


No decía palabras,
acercaba tan sólo un cuerpo interrogante
porque ignoraba que el deseo es una pregunta
cuya respuesta no existe,
una hoja cuya rama no existe,
un mundo cuyo cielo no existe.

La angustia se abre paso entre los huesos,
remonta por las venas
hasta abrirse en la piel,
surtidores de sueño
hechos carne en interrogación vuelta a las nubes.

Un roce al paso,
una mirada fugaz entre las sombras,
bastan para que el cuerpo se abra en dos,
ávido de recibir en sí mismo
otro cuerpo que sueñe;
mitad y mitad, sueño y sueño, carne y carne,
iguales en figura, iguales en amor, iguales en deseo.

Aunque sólo sea una esperanza,
porque el deseo es una pregunta cuya respuesta nadie sabe.



Luís Cernuda


(Fuente: A media voz)


3 comentarios:

Cari dijo...

Sencillo y maravilloso. saludos

Gwynette dijo...

Es fantástico, estremecedor, triste y esperanzado !
Una abraçadeta molt gran d´una carxofa mitg descol.locada dels blogs :)

ahhh dijo...

Cari: Gracias por tus palabras, es un placer que pases por aquí y un orgullo que te guste lo que ves (aunque últimamente no haya mucho que ver)

Carxofeta: Quina sorpresa i quina alegria! Ja veig que ets un mica desapareguda els darrers temps, però es normal, un no sempre està en disposició ni amb les forces precises per a seguir "al pie del cañón". Un plaer, carxofeta i quan tornes, tu tranquila que estarem per ací. Un beset!


(Luis Cernuda es para mí uno de los poetas que mejor expresa lo que es el deseo, sin que sea un obstáculo para ello que su deseo estuviera enfocado hacia un objetivo distinto del mío, je,je. Al fin y al cabo la raíz de todo deseo es la misma para todos los seres humanos, y genera el mismo tipo de alegría y de frustraciones).