02 noviembre 2006

Las malas noticias

Las malas noticias siempre llegan sin previo aviso, o si avisan, no les hacemos caso y nos acaban sorprendiendo como un bofetón que no sabemos de dónde ha llegado. Es entonces cuando la tristeza se empeña en envolverlo todo con su negro manto para ocultarnos la belleza que tanto necesitamos. Y se busca poderosos aliados, como el miedo y la desesperanza, que se convierten en imponentes enemigos contra los que no tenemos otro remedio que luchar. Y luchamos, con todas nuestras fuerzas, porque no hay sabor más dulce que el de la victoria de la vida, ni mejor recompensa que volver a tener a nuestro lado lo hermosura por la que tanto hemos sufrido, pero que tanto merece la pena.

Y seguiremos luchando

Y seguiremos venciendo

Y seguiremos buscando

4 comentarios:

gemmacan dijo...

A veces también es necesario dejar que el miedo y la tristeza campen a sus anachas por nuestro cuerpo, si oponer demasiada resistencia. Necesario para equilibrar la balanza y así, cuando la tormenta pasa, valorar de nuevo lo bueno, ilusionarnos y volver a sonreir.
Y así una batalla tras otra...

Buenos días!

Churra dijo...

No hay sabor mas dulce que el de la victoria de la vida.
Sobre todo cuando la batalla ha sido dura...
Besos


(te dire que este comentario l he escrito como tres veces, no fuuncionaba esto esta tarde, al principo era mas largo)

Besos

gemmacan dijo...

Ultimamente en los comentarios de blogger, lo mejor es copiar el texto nada más escribirlo.

Valeria dijo...

Desechad tristezas
y melancolías.
La vida es amable,
tiene pocos días
y tan sólo ahora
la hemos de gozar.
F.GªLorca
Un beso, Ahhh

Tiene razón churra, estabas fuera de cobertura...