09 septiembre 2006

Se me alegran las palabras,
y me salen de las manos
manchadas de luz.
Y con su luz
inundan mis ojos,
y mis ojos
ven de nuevo,
la belleza reaparece,
esa musa esquiva y delicada
que nos pinta la vida
de colores.
Reaparece
lo que siempre estuvo ahí,
esperando que de nuevo
nos volviera la luz.

Siempre la luz,
para encontrar la belleza

1 comentario:

Valeria dijo...

No solo en la luz, también hay belleza en la penumbra...
He pasado un buen rato leyendo por aquí.
Un saludo